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En tu hogar quieres estar cómodo, tranquilo y, sobre todo, seguro. Sin embargo, en determinadas ocasiones, te puedes encontrar con problemas que derivan de filtraciones de agua y que suponen una molestia, así como un potencial riesgo para tu salud.

Según una investigación de eldiario.es, el 4,3 % de las viviendas españolas están en riesgo medio de inundación fluvial o marítima, una vulnerabilidad que puede aumentar con el cambio climático. Pero, las crecidas de ríos o mares -casos más extremos- no son la única causa de este tipo de siniestros domésticos. En este artículo te damos consejos básicos para que sepas cómo evitar humedades en casa. ¡Toma nota!

Aprende a impedir que aparezcan goteras

Las infiltraciones aparecen por diversas causas y se pueden prevenir de varias formas:

1. Ventila cada estancia con frecuencia

Una de las costumbres más sencillas que podrás aplicar desde hoy para que no se acumule humedad por condensación en tu vivienda consiste en abrir las ventanas y dejar que circule el aire durante un rato. Es aconsejable hacerlo a diario y, especialmente, en lugares muy húmedos junto al mar o a un río, por ejemplo.

A la hora de cocinar, recuerda encender la campana extractora de humos y evitarás que se condense el vapor que se genera.

En el baño hay que ser especialmente cuidadoso y dejar la puerta abierta y la ventana, si la hay, una vez que te hayas duchado. Lo mismo ocurre en la cocina si utilizas la vitrocerámica para preparar la comida y se ha generado vapor. Además, en este caso, si tienes campana extractora te ayudará a eliminar olores. Del lado de la calefacción, se desaconseja ponerla a una temperatura demasiado elevada y colocar ropa para secar encima de los radiadores (siempre que puedas, hazlo al aire libre).

Cuando este tipo de humedad persiste (proliferan manchas y moho, malos olores…), es probable que tengas que recurrir al uso de elementos aislantes (ventanas con doble acristalamiento y rotura de puente térmico) y materiales transpirables, anticondensación e impermeabilizantes, con propiedades fungicidas, etc.

2. Instala un medidor

Este aparato mide la humedad relativa presente en el aire, en la madera o en la tierra, por lo que se puede utilizar tanto dentro de casa como en el jardín. Por lo general, los higrómetros son fáciles de emplear y proporcionan también la temperatura. Lo puedes encontrar en ferreterías o en tiendas online.

Si tu baño no tiene ventana, debes recordar abrir la puerta tras la ducha durante unos 30 minutos para que se vaya todo el vaho.

3. Cuidado con las pérdidas de agua

Es importante que revises las tuberías, grifos y cisternas con cierta frecuencia para detectar posibles goteos o fugas de agua. Si descubres una rotura o una pérdida, soluciónala de inmediato para ahorrarte complicaciones en el futuro.

En este punto, es muy aconsejable que cuentes con un seguro de hogar. Santalucía te ofrece tres modalidades de póliza para que te sientas protegido en tu casa y cubras los posibles daños debidos al agua:

4. Utiliza un deshumidificador

Este pequeño electrodoméstico absorbe la acumulación de humedad ambiental, llegando a extraer hasta un 50 % del agua en el aire. Puedes colocar uno en cada habitación, otro en la cocina y en el baño. Utilizarlo ayudará a lograr que no se produzcan condensaciones en invierno en zonas muy lluviosas, contribuyendo a generar un ambiente saludable en el inmueble.

5. Atención cuando no vayas a estar en casa

Recuerda no poner a funcionar electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas si no estás en tu domicilio, ya que puede originarse un problema en tu con difícil solución. Asimismo, si vas a marcharte durante un largo período, como puede ser en vacaciones, cierra la llave de paso general. Por otro lado, si tienes confianza con algún vecino o con el portero del edificio, puedes dejar una copia de las llaves por si surge un imprevisto. 

6. Vigila las humedades

En zonas y épocas de lluvias, revisa las paredes de la casa en busca de posibles grietas. Si las encuentras o detectas agua, avisa a tu seguro de hogar para que un profesional localice el origen y solucione este contratiempo con el fin de evitar una filtración.

7. Revisa los desagües

Uno de los principales causantes de las inundaciones son las obstrucciones de los desagües. Por este motivo, si divisas un problema en la instalación, debes avisar a un experto para que proceda a desatascarla inmediatamente. En este sentido, entre otras medidas, conviene no tirar en el inodoro papeles u otros elementos que puedan taponar la tubería y utilizar filtros en los sumideros del lavabo o fregadero.

En definitiva, se trata de tomar pequeñas precauciones que protejan tu casa y a tu familia ante los daños por agua. Y, para ello, nada mejor que contratar una póliza de hogar para cubrir los posibles desperfectos que se puedan producir.

 
 

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