Área privada

En las relaciones comerciales, para las empresas es importante contar con mecanismos que les permitan minimizar riesgos. Una de esas herramientas útiles y tranquilizadoras para las organizaciones es el llamado seguro de caución, regulado por la normativa española desde hace muchos años. Descubre qué es y cómo funciona y qué ventajas tiene.

Qué es un seguro de crédito y caución

Un seguro de caución o seguro de garantía es un contrato de seguro mediante el cual el asegurador se obliga a indemnizar al asegurado por los perjuicios que pueda sufrir en caso de que el tomador del seguro incumpla las obligaciones que mantenga con éste, ya sean legales o contractuales.

Este tipo de seguro es, en sí, una garantía de cumplimiento y es accesoria a un contrato principal, con el objetivo de que, cuando entre ambas partes hay un compromiso, se pueda resarcir a la parte perjudicada en caso de que no se cumpla lo pactado.

En España, este tipo de seguro está regulado por la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro y funciona como una forma de minimizar riesgos en las relaciones comerciales de las empresas.

El seguro de caución es una garantía de que un cliente cumplirá con su obligación frente a un tercero, que es designado como beneficiario. La compañía aseguradora indemnizará a éste por los daños patrimoniales que pueda causarle el tomador del seguro si incumple sus compromisos legales o contractuales.

Hay que señalar que todo pago realizado por la aseguradora deberá ser reembolsado por el tomador del seguro.

Ventajas del seguro de caución

El seguro de caución cuenta con las siguientes ventajas, ya que es una gran alternativa frente a un aval bancario u otros tipos de garantías por diferentes motivos como:

  • No hay que reflejarlo en el pasivo del balance, sino que se convierte en un gasto deducible al cien por cien en la cuenta de explotación de una compañía.
  • No computa en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), lo que mejora la capacidad crediticia de la empresa.
  • Elimina la necesidad de inmovilizar efectivo, es decir, los recursos de la empresa, al contrario que suele ocurrir en los avales bancarios.
  • Es más barato que un aval bancario porque no tiene costes de notaría ni comisiones u otros gastos (mantenimiento, cancelación, emisión, estudio, etc.).
  • Su emisión es rápida y ágil, con plazos cortos hasta que se acepta la solicitud.
  • Generalmente, no es necesario aportar contragarantías y, en todo caso, los requisitos son más livianos.

Además, el seguro de caución tiene la misma validez legal que un aval bancario, por lo que puede resultar muy ventajoso para las empresas que lo contratan.

En las relaciones comerciales, es muy importante que las compañías puedan contar con seguros para empresas de servicios que protejan sus intereses en todo momento. Para tener una mayor tranquilidad, estar cubierto siempre es un alivio para quienes se juegan sus ahorros y sus inversiones.

Whitepaper: consejos para contratar un seguro
¿Qué es un seguro de desempleo privado?