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Desde que Internet y las redes sociales han llegado a nuestras vidas, está claro que han cambiado por completo nuestra forma de comunicarnos, de informarnos e incluso de hacer nuestras compras. Es innegable también que son innumerables las ventajas y beneficios que la transformación digital y el uso de las nuevas tecnologías aportan a la sociedad actual. Sin embargo, existe un porcentaje cada vez mayor de ciberdelincuentes, que utilizan dichas herramientas con fines delictivos a través de redes sociales, WhatsApp, o a la hora de hacer compras online.
Por eso, desde aquí os exponemos una serie de detalles en los que fijarse, para detectar que nos están engañando en internet. Estas son sólo algunas pautas frecuentes que nos indican que estamos ante una posible estafa o fraude online.

Cómo descubrir una estafa en la red

  • La lógica del contexto. Es fundamental fijarse en el mensaje recibido y en lo que nos están tratando de vender, quién y cómo, utilizando la lógica y el sentido común. Sospechad si un desconocido, generalmente extranjero nos pide datos personales, números de cuenta, dinero por adelantado para acceder a una oferta laboral espectacular, contraseñas haciéndose pasar por nuestro banco o si nos ofrecen un piso de lujo increíble por la mitad de su valor de mercado.

Los bancos jamás piden contraseñas por correo electrónico, WhatsApp. sms, ni por teléfono. A veces el mensaje puede llegarnos de un remitente conocido y eso es porque el timador seguramente ha suplantado su identidad. Ante la duda, comprueba la veracidad del mensaje llamando a tu banco, amigo o acudid a la fuente original.

  • Mala redacción y faltas de ortografía. Por lo general, el estilo de redacción de los mensajes que son timos, se caracteriza por la falta de concordancia e incoherencias en las formas gramaticales, ya que en muchas ocasiones están escritos por traductores automáticos de Google, su redacción es pobre y las faltas de ortografía son muchas. Cuando se trata de entidades y empresas reales la redacción y la ortografía suelen ser impecables.
  • Uso de marcas conocidas. Es habitual encontrarnos con mensajes tipo ¡Apple sortea 1000 iPhones! o que “WhatsApp va a ser de pago”, falsos cupones de descuento de marcas famosas, generalmente relacionados con la tecnología. Estos textos que ofrecen descuentos u ofertas increíbles suelen ser bastante habituales en los fraudes online.
  • Compras online. Si ante anuncios en webs de segunda mano, se ven ofertas en artículos de lujo o tecnológicos y se pide dinero por adelantado, los anuncios suelen ser falsos y la página web seguramente habrá sido clonada. Si se realiza, la compra con tarjeta de crédito es probable que roben los datos de tu cuenta y que no se reciba la mercancía.

Otros factores que nos pueden hacer sospechar son: que ofrecen precios demasiado bajos por un producto caro, que te dan un margen de tiempo muy corto para realizar la compra, si te aparecen avisos de Google avisando de que el sitio web no parece seguro, pagos o si piden transferencias internacionales a través de Western Unión o MoneyGram, es más seguro hacerlas por PayPal, si no hay fotos del producto, si en compras de segunda mano el único medio de contacto es el correo electrónico o te encuentras con textos mal traducidos.

  • Mensajes emocionales. Otro tipo de mensajes fraudulentos son los que apelan a las emociones pidiendo ayuda económica o el reenvío de menajes para ayudar a personas o niños con enfermedades terminales o de perritos que serán sacrificados si no se adoptan. Es aconsejable desconfiar de este tipo de textos.
  • Consultar Google, ir a la supuesta fuente o consultar en foros. Para desmontar cualquier fraude, el primer paso sería buscar información en Google relativo al mensaje enviado o a la marca que ofrece la supuesta oferta y comprobar si es cierto. También existen numerosos foros donde otros consumidores o usuarios intercambian información sobre experiencias similares y alertan de fraudes.
  • Utilizar motores de búsqueda especializados en estafas online. Lo más usados son Urban, Hoax, Snopes, entre otros y permiten descubrir los rumores falsos más recientes que circulan por Internet y comprobar con rapidez, si el texto recibido es uno de ellos. Otras páginas web españolas que nos pueden informar, son la del Instituto Nacional de Ciberseguridad o la de la Oficina de Seguridad del Internauta.

En último lugar, si sospechamos de que hemos sido timados o tenemos conocimiento de cualquier estafa por Internet, no dudéis en denunciar o informar vía Twitter a la Policía o Guardia Civil a través de @policía o de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.

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