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Cuando el agua se convierte en protagonista de los daños en el hogar, es fundamental entender los misterios que rodean la cobertura de tu póliza. Un problema de humedad, un escape de un grifo, la rotura de una tubería, inundaciones en mayor o menor medida… En este artículo nos sumergimos en las profundidades de las contingencias relacionadas con el agua, para explorar qué daños cubre y cuáles podrían quedar fuera del alcance protector de tu seguro de hogar.

La mayor parte de las pólizas ofrece protección básica ante este tipo de situaciones, aunque existen algunas más completas que brindan mayores garantías. Por ello, conviene que revisemos con detenimiento las condiciones y limitaciones del contrato antes de firmarlo, para de esta forma evitar sorpresas desagradables en el futuro.

¿Qué consecuencias puede ocasionar el agua en el hogar?

Al hablar de daños por agua, nos referimos, por ejemplo, a los desperfectos provocados por una fuga en el techo, en canalizaciones y tuberías o en algunas instalaciones de nuestra casa. Es una situación bastante habitual, ya que según datos de UNESPA, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, los seguros pagan 5.000 millones al año por daños en inmuebles asegurados para cubrir diversos percances patrimoniales, siendo las goteras los contratiempos más habituales en todo tipo de propiedades.

Si nos ceñimos únicamente al ámbito del hogar, en 2022 se contabilizaron algo más de tres millones de siniestros. Intervenciones que supusieron un coste diario próximo a los 3,4 millones de euros para las compañías de seguros, elevando la factura anual a 1.231 millones.

Las contingencias más comunes relacionadas con el agua que se suelen dar en una vivienda son las siguientes:

¿Qué desperfectos específicos cubre una póliza estándar?

En líneas generales, las garantías para daños provocados por agua que ofrecen la mayoría de las compañías de seguros incluyen:

  • Cobertura para fugas y desbordamientos inesperados, como roturas u obstrucciones en tuberías, desagües, depósitos e instalaciones de calefacción.
  • Los gastos necesarios para localizar y reparar la avería en las conducciones del inmueble.
  • Compensación por los daños materiales que el agua provoque a bienes asegurados en la póliza.
  • Descuido en el cierre de grifos, llaves de paso, radiadores o cisternas.

Aunque opciones más integrales, como el seguro de Hogar Completo contemplan, además:

  • Filtraciones en cubierta, muros y/o paredes, siempre y cuando no sean por falta de mantenimiento.
  • Cobertura contra inundaciones por desbordamiento de lagos, canales u otros cursos de agua construidos por el hombre.
  • Gastos de desembarre y extracción de lodos considerados como daños indemnizables dentro del límite de cobertura establecido.

Las coberturas básicas de los seguros de hogar generalmente incluyen la protección contra daños causados por agua.

Si tienes un problema en tu hogar provocado por el agua, lo primero que debes hacer es dar un parte de siniestro a la aseguradora, informando de los daños ocasionados. La compañía te enviará a un perito para que valore los desperfectos. A continuación, y una vez evaluado el percance, la póliza se hará cargo tanto de los daños provocados a tus vecinos como de los que sufras en tu casa, según proceda.

En el caso de las comunidades de vecinos, cualquier siniestro que se produzca en las zonas comunes de tu vivienda deberá que ser sufragado por los vecinos, provocando una derrama que puede ser muy costosa. Por este motivo es fundamental tener contratado un seguro para la comunidad de propietarios.

Este tipo de pólizas para comunidades cubren múltiples problemas, como roturas, fenómenos meteorológicos, derrumbes, robos, vandalismo, daños por agua, protección jurídica, responsabilidad civil, etc.

¿En qué situaciones el seguro no proporciona cobertura?

El seguro se responsabilizará de los destrozos producidos por el agua siempre y cuando se ocasione un desperfecto en la vivienda y el supuesto esté contemplado en las condiciones generales del contrato.

Sin embargo, la mayor parte de las pólizas de hogar cuentan con exclusiones que no cubren los daños ocasionados por el agua. Dentro de esta casuística, encontramos, por ejemplo:

  • Problemas de condensación, humedad, congelación, y heladas no relacionadas con los riesgos cubiertos.
  • Localización y reparación de averías:
    • En tuberías fuera de la vertical del edificio, como fosas sépticas, cloacas, arquetas y alcantarillas.
    • Desatascos y problemas afines cuando no se produzcan daños indemnizables.
  • Impermeabilización, hallazgo y restauración de averías por filtraciones o goteras a través de cubiertas, muros y/o paredes.
  • Daños causados por:
    • Elementos o aparatos distintos de las tuberías.
    • Desbordamiento o rotura de presas o dique.
    • Agua de lluvia que penetre por puertas, ventanas u otras aberturas.
  • Pérdidas en:
    • Las partes exteriores del continente asegurado.
    • Árboles, plantas y césped.

La cobertura del seguro de hogar para daños por agua puede ser un salvavidas en momentos de crisis, pero es esencial comprender sus limitaciones y exclusiones. La clave para sacar todo el partido a tu póliza radica en la información y la prevención. Mantener tu vivienda en buen estado, estar al tanto de las políticas de la aseguradora y considerar la posibilidad de añadir coberturas adicionales cuando sea necesario, son pasos fundamentales para afrontar cualquier eventualidad relacionada con el agua.

 
 

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